¿Y DÓNDE ESTÁ MICHAEL?
Hospedado en uno de los hoteles de la localidad de Federal, se había pasado las noches anteriores al festival ensayando algunos sonidos del Litoral hasta las tres de la mañana. La dueña del hospedaje no sabía qué hacer con los vecinos que querían dormir. Incluso, la noche del viernes, no podía apagar las luces del comedor del alojamiento, donde aquella especie de personaje exótico estuvo hasta las 03.40 junto a unos amigos tocando su acordeón a piano negro.
Pero a lo gracioso le siguió, para muchos, lo sorprendente. Ese hombre de 39 años se llamaba Michael y vive en Nueva York. Rubio, de contextura gruesa y gestos amables, recibía los saludos y las preguntas de quienes lo rodeaban como a un hallazgo antropológico.
—¿Qué hora es la hora del festival? Preguntó el norteamericano al cronista de EL DIARIO en un español dificultoso—. Yo vine acá porque quería conocer la tierra de Raúl Barboza. Spasiuk me gusta y también Rudi y Niní Flores. Pero Barboza es más profundo, más complejo y me llega mucho más. No sé si voy a tener la posibilidad de verlo en Paraná, ya que tengo que viajar a Iguazú y después a Venezuela.
Junto a otros amigos tiene un grupo llamado Rumbaux que, a partir del acordeón, se dedica a cultivar distintos géneros musicales. Michael confiesa que los sonidos del chamamé lo deslumbraron y quiere aprender.
—¡Ay! Federal es increíble. La gente es feliz, amable, la pasé con mucho mate y amigos. En mi vida nunca vi nada igual. Esta ciudad y este festival me gustan mucho. Tienen buena proporción. Me gustó el escenario, con agua, flores y luces. La gente se moja con la lluvia y disfruta el festival. Cada noche es más y más increíble. Ayer (por el sábado) escuché música por diez horas.
Deambulando por Internet, descubrió días atrás una página que promociona habitualmente el Festival del Chamamé. Leyó lo que estaba escrito y decidió venir a conocerlo.
Muchos visitantes tendrán entre sus recuerdos esta edición del festival, en la que los conductores Mario Alarcón Muñiz y Santiago Miguel Rinaldi rescataron la historia de este newyorkino y lo incorporaron unos segundos al itinerario del escenario Ernesto Montiel.
—¿Dónde está Michael? —preguntaron los conductores para que el norteamericano se acerque al decir unas palabras. Conocer su increíble periplo hasta Federal era algo que valía la pena.
Julián Páez- Enviado especial a Federal de El Diario de paraná.
Fotos Alejandro Brandolini.
Fotos Alejandro Brandolini.